El año 2020 nos trajo retos importantes en cuanto a la forma de recibir atención médica, producto de la pandemia decretada por el Covid-19. Las restricciones de movilidad y el temor al contagio hicieron todo un reto continuar con la atención médica tradicional requerida por la población. Los profesionales de la salud tuvieron que hacer cambios radicales y tomar acciones para poder continuar atendiendo, especialmente para quienes su bienestar dependía de la
continuidad de su tratamiento de salud. No referimos a la modalidad de teleconsulta, algo innovador para el sector salud, y se desconocía la efectividad de su implementación en particular en la atención de pacientes de salud mental. Luego de más de un año podemos afirmar que la teleconsulta llegó para quedarse. Esta interacción de forma remota cambió la forma de atención a pacientes en muchas especialidades del sector salud.
Si hacemos referencia a los pacientes de salud mental, continuar con sus terapias e intervenciones en momentos de altos niveles de estrés e incertidumbre era imprescindible, inclusive en condiciones de cuarentena, donde se acentuaban muchos de los síntomas. La modalidad de la Teleconsulta aparece como una respuesta oportuna y eficaz para aquellos que requerían la continuidad de sus tratamientos y también quienes deseaban iniciar el cuidado de su salud mental.
A través de herramientas tecnológicas, esta oferta de metodología de intervención pudo ser posible. No decimos que la adaptación a este modelo de atención haya sido fácil, ya que se tenía la percepción que la tecnología era impersonal y un poco fría, en lo que a contacto humano se refiere, pero se logró, sin saber que era posible un vínculo entre paciente y terapeuta. Atención a distancia se volvió una realidad en el sector salud y el ser humano demostró nuevamente su capacidad de adaptabilidad a los cambios y nuevos retos. Si traslapamos este concepto y vamos un poco más allá, inclusive se comenzaron a utilizar estas plataformas en todo lo relacionado a lo que salud se refiere: Nutricionistas, Fonoaudiólogos, Ginecólogos, Dermatólogos, Geriatras, por mencionar algunas ramas.
Esta modalidad ha tomado relevancia y está siendo la forma de atención preferida para muchos pacientes. Sin embargo, para algunos profesionales de la salud, atender remotamente desde sus casas representa todo un reto. Separar un espacio dentro del hogar, donde de forma privada y sin interrupciones poder llevar a cabo la atención de sus pacientes, no siempre es posible. Pero volver al formato de consultorio permanente, para atender a los pacientes de forma virtual, tampoco resulta una opción rentable por los costos que esto representa.
Un espacio compartido o Coworking Clínico, es una opción real para estos especialistas. Cuentan con espacios diseñados para Teleconsultas, ofreciendo confort, confidencialidad, internet confiable y, sobre todo, un lugar de trabajo separado del hogar para realizar sus actividades profesionales. Esto es en gran parte el atractivo de aquellos especialistas que optan por atender desde un Coworking Clínico. La separación del tiempo personal con la actividad laboral es algo que puede ser un reto al trabajar desde casa.
Todos necesitamos sentirnos lo más cercanos a la realidad como la conocíamos. Tener esa visión de normalidad nos ayuda a superar los retos que el Coronavirus aun nos representa, pero también debemos aceptar nuevas normalidades como la Teleconsulta. En Èlever Center Coworking Clínico puedes llevar a cabo su Teleconsulta en un ambiente adecuado y con tecnología de punta.
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