El sobrepeso y la obesidad son enfermedades donde se acumula grasa de manera anormal y excesiva en el cuerpo, lo cual puede ser perjudicial para la salud. Es un problema crónico en el que se mezclan factores genéticos, ambientales y de estilos de vida que conducen a un trastorno metabólico. Ocurre cuando la cantidad de energía ingerida supera el gasto, ocasionando aumento en los depósitos de grasa en el organismo. La obesidad es el principal factor de riesgo de la diabetes mellitus tipo 2, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, dislipidemia (colesterol, triglicéridos aumentados), enfermedades cerebrovasculares (derrame cerebral), osteoporosis, ciertos tipos de cánceres como el de mama o de próstata, depresión, entre otros.
En la antigüedad en las familias adineradas era normal que fueran obesas y los de menos recursos delgados. Para esa época se pensaba que había que nutrir (engordar) a los pobres. En la actualidad es todo lo contrario, aunque este fenómeno afecta a todas las clases socioeconómicas.
La Obesidad puede presentarse de distintas maneras. La mayoría de las veces se manifiesta de manera general y todo el cuerpo sufre un aumento de volumen, pero también puede manifestarse de forma localizada en zonas específicas del cuerpo. Dentro del contexto de que existe obesidad por acumulo de grasa en zonas específicas, podemos clasificarlas como:
- Obesidad Androide o Central (forma de manzana): Es más común en los hombres y la grasa se localiza en el abdomen. Es de las más peligrosas por su cercanía al corazón, aunque cualquier tipo de obesidad trae consecuencias graves. Mejor conocida como “Barriga Cervecera” tan temida y difícil de bajar. Este tipo de obesidad es la que causa mayor riesgo de Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2 entre otros agravantes.
- Obesidad Ginecoide o Periférica (forma de pera): Es más común en mujeres, aunque también se manifiesta en hombres. La grasa se acumula en caderas, glúteos y muslos. Causa problemas como hipotiroidismo, entre otros.
La obesidad fue considerada en 1998 como epidemia mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a que en ese año había más de mil millones de adultos con sobrepeso (de los que por lo menos 300 millones eran clínicamente obesos) y que se había convertido en uno de los principales factores que contribuían a la aparición de enfermedades crónicas e incapacitantes. Hoy en día no escapamos de esta realidad, el confinamiento ocasionado por el COVID-19 ha agravado estas cifras de manera impresionante.
En Panamá se decretó el 4 de abril, Día Nacional de Prevención y Combate a la Obesidad, este año con el lema “PREVENIR Y CONTROLAR LA OBESIDAD, TU COMPROMISO Y EL DE TODOS”. Esto es una tarea conjunta de educación, apoyo y concientización para lograr una población sana.
El 71.7% de los adultos en Panamá tienen exceso de peso y más de uno de cada cuatro padece obesidad (datos MINSA Panamá), por lo que debemos hacer algo ya!!
¿Qué podemos hacer para combatir la obesidad o los riesgos de padecerla?
- Evite alimentos fritos
- Elimina bebidas azucaradas (jugos, sodas, chichas, etc.)
- Consuma variedad de frutas y vegetales, las de temporada siempre tienen menor costo
- Tomar mucha agua
- Duerma y descanse
- Realice todos los días algún tipo de actividad física, el que mejor se ajuste a su gusto y capacidad (caminata, baile, deportes, etc.)
Hacerse un chequeo general con un médico y nutricionista, asistir a algún evento de actividad física y/o deportivo, aprender recetas de comida mucho más saludable o crear una rutina diaria de entrenamiento que te pueda beneficiar durante la semana, es una excelente manera de iniciar un buen cambio, ya que no estamos atacando algo estético, estamos ganando salud y una mejor calidad de vida.
Tomemos el control de nuestra salud hoy.
Este artículo es colaboración de la Lic. Nurycel Osorio, Nutricionista miembro de Èlever Center.